No todos seguimos el mismo camino a la hora de construir nuestro sitio web porque tenemos diferentes objetivos, perspectivas o afinidades. El diseño web abre un campo creativo amplio como el mar. A veces tenemos muy claro lo que deseamos hacer y no queremos nada más. En otros casos nos embarga la curiosidad. Como un navegante ha recorrido el mar para conocer varias islas y ahora desea conocer otras, así podemos explorar un mundo sin horizonte final.
¿Cómo distinguir cuál entonces es nuestro camino? Recuerda la lección anterior: como estudiante debes leer entre líneas y descubrir los prinicipios más sólidos detrás de todas las lecciones.
Como instructor, mi propósito es hacerte la vida más fácil, sin importar cuál sea tu caso y tus necesidades. Por eso pensé en tres caminos principales.
El primer camino: línea recta a la cima de la montaña
El primero es simple, práctico y esencial. Construirás paso a paso un pequeño sitio web sin usar código. Sabrás cuáles son las funciones básicas que necesitas en tu sitio para cumplir con tus propósitos. En cada paso ni siquiera deberás ahondar sobre un tema que no te interesa porque son pasos probados por mí.
A la vez, siempre puedes acceder a un mapa mucho más amplio donde puedes revisar la información necesaria para profundizar sobre un paso interesante, tomar una alternativa o construir algo adicional.
El segundo camino: los senderos con forma de culebra en medio de los bosques para subir a la montaña
El segundo camino es el enciclopédico o total. Tú quieres saber y devorar toda la información. Tienes vocación de científico.
Por ejemplo, deseas saber cómo configurar la seguridad de tu sitio web para construir un banco y guardar dinero. O para crear un foro cerrado como una fortaleza donde sólo se puede entrar con invitación y membresía. O para exhibir tus fotografías sin que nadie pueda copiarlas con el botón derecho del mouse.
El tercer camino: el del artista y creador, quien aprende a tejer una alfombra mágica para volar a la cima de la montaña
Esto suena fantástico, ¿cierto? En realidad, pensé en este camino porque los emprendedores, escritores, artistas e individuos creativos muchas veces se encuentran con la página en blanco y se congelan. ¿Qué debo escribir? ¿Cómo comienzo? ¿Qué debo pintar?
La información bulle sobre sus cabezas y no atinan a tomar un punto de partida. Eso me pasaba a mí.
En el diseño web suele ocurrir lo siguiente: no sabemos qué tipo de sitio web deseamos construir porque no sabemos cómo lo vamos a usar.
Entonces exploraremos los roles adoptados por quienes usan su sitio web como un vehículo de comunicación constante. Si bien la tecnología del Internet es nueva, en comparación con la historia del mundo, los roles adoptados para comunicarse desde el Internet no lo son, sino que estos roles asumieron una práctica digital.
¿De qué roles estamos hablando? Pongamos tres ejemplos: el vendedor (con su tienda en línea), el mensajero (con su sitio informativo sobre sus servicios de marketing por email), el predicador (con su blog). Para eso exploraremos los mejores ejemplos de quienes juegan su rol con sitios web con funciones definidas a la perfección.
Cuando exploramos los roles entonces encontramos nuestro propósito a la hora de construir un sitio web, vislumbramos nuestro propio camino y por arte de magia llegamos a la cima de la montaña con un chasquido de los dedos.
Este se llama el camino del rol.
Esta escena pertenece a la serie de TV Dr. Who y los derechos a sus autores.
El todo es más que la suma de las partes
Los tres caminos se compenetran unos con otros, se cruzan entre sí y se regalan pistas para aclarar cualquier duda. Quien sigue el camino corto o esencial porque ya sabe lo que desea de su sitio web puede preguntarse si hay algo sobre su propio rol que podría aprender o si alguna función en especial requiere de un estudio enciclopédico más riguroso.
Quien va por el camino largo o total mira el mapa del camino esencial para saber qué tan cerca está de llegar al siguiente punto de descanso de su camino. Es más, quizás decida que el camino corto en cierto caso ofrece una mejor función para su sitio web que el camino largo.
En el camino del rol, en cambio, el ávatar buscará la información más pertinente en todos los caminos para ayudarle a cumplir con su papel.
Nota: el camino esencial es requisito para completar este curso; los otros dos caminos son complementarios.
¿Ya sabes cuál es tu camino?
Hay quien siempre lo supo, mientras otro no lo ve tan claro. Por cierto, ya saberlo todo (?) puede no ser tan bueno porque es más difícil aprender.
Con el camino esencial irás directo a la teoría y práctica para la construcción de tu sitio web. El camino total te da acceso a la información profunda sobre cada tema y, si deseas, puedes construir el sitio web a tu ritmo. El tercer camino profundizará sobre los roles y descubrirá, cual aprendiz de mago, el camino de tu iniciación.
Según tus meditaciones sobre el campo del diseño web o el sitio web que desees construir (ver la primera tarea de la primera lección), puedes lanzarte a la aventura enseguida.